miércoles, 2 de febrero de 2011
¡Menudo canguelo en el Kilimanjaro!
Era una fría tarde de Octubre.Estaba colocando la última pieza de un complicadísimo puzzle cuando la mesa vibró...me encontré morro a morro con un roedor. supermusculoso, superenergético, supertonificado: ¡era mi amigo Hiena!
Un instante después,el calor de mi hogar era sólo un recuerdo...¡Me esperaban las perpetuas nieves del Kilimanjaro!
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